LA SÁBANA SANTA

Torino siempre ha sido una ciudad con un gran clima místico, que todavía en nuestros días se puede respirar con ocasión de las exposiciones de la Sábana Santa, el sudario de lino que envolvió el cuerpo de Cristo.

¿Qué es la Sábana Santa? Un sudario de lino tejido a espiguilla de un tamaño aproximado de 4,41x1,13 m, y que contiene la doble imagen unida por la cabeza del cadáver de un hombre muerto tras haber sufrido torturas culminadas con la crucifixión: esta imagen está rodeada por dos líneas negras chamuscadas y por una serie de lagunas, debidas al incendio que tuvo lugar en Chambéry en 1532. Según la tradición - todavía no comprobada definitivamente - se trata del sudario citado en los Evangelios que envolvió el cuerpo de Jesús en el sepulcro.

 

Los primeros testimonios documentales seguros se remontan a mediados del siglo XIV, cuando el caballero Geoffroy de Charny depositó el sudario en la iglesia por él fundada en 1353, en Lirey, Francia. En la primera mitad del siglo XV, durante la Guerra de los Cien Años, Marguerite de Charny la llevó consigo en su peregrinación por Europa hasta que en Chambéry los duques de Saboya la acogieron, convirtiéndose así ellos en los propietarios en 1453, donde la conservaron en la Sainte-Chapelle du Saint-Suaire: el 4 de diciembre de 1532 hubo un incendio que daño la capilla y que provocó importantes lesiones también a la Sábana Santa, reparadas después por las Monjas Clarisas de la ciudad. En 1578, Manuel Filiberto mandó trasladar la reliquia a Torino para ofrecer a Carlo Borromeo, Arzobispo de Milano, la posibilidad de venerarla ahorrándole una parte del largo viaje que habría tenido que afrontar para llegar hasta Chambéry. Y aquí se quedó definitivamente.

 

En 2002 fue necesario realizar una restauración porque, con el paso del tiempo, las tensiones de las costuras del siglo XVI habían hecho cada vez más profundos los dobleces de la tela y los residuos orgánicos eran elementos de riesgo para la conservación: se eliminaron los bordes del tejido quemado y los "remiendos" de las Clarisas y, contextualmente, se efectuaron más estudios y medidas con instrumentos expresamente construidos.

 

En la noche entre el 11 y el 12 de abril de 1997 hubo un terrible incendio que destruyó la Capilla de la Sábana Santa de Guarino Guarini, extendiéndose también a la torre noroeste del Palacio Real, a una temperatura de más de 1.000 grados centígrados. La Sábana no se vio afectada directamente porque desde 1993, para permitir los trabajos de restauración de la Capilla, se había trasladado a la Catedral; sin embargo, por motivos de seguridad, se decidió romper la estructura de cristal antibalas que la protegía y trasladarla al Palacio Arzobispal, para evitar los riesgos de derrumbes y otros daños provocados por el agua de las mangueras usadas por los bomberos.

 

Actualmente, la Sábana Santa se conserva en posición extendida y horizontal en un relicario hermético - sin aire y con la presencia de un gas inerte - realizado por Alenia Spazio y Microtecnica recurriendo a las tecnologías punteras del sector aeroespacial, en cambio, la superficie superior está constituida por un cristal multicapas de seguridad; a su vez, el relicario está protegido por un "sarcófago" de varias capas que proporciona una importante resistencia mecánica y una válida protección en situaciones de incendio. Un sistema computarizado permite tener bajo control constante los parámetros del relicario y de la Capilla en donde está colocado (en el transepto izquierdo de la Catedral).

 

Las últimas ostensiones de la Sábana Santa se celebraron en 1978, 1998, 2000, 2010 y 2015.