Toda la región está repleta de magníficos palacios reales, espléndidos castillos e imponentes fortalezas.
Además de las residencias reales, las antiguas dinastías reinantes han dejado una valiosa herencia de incalculable valor como el Castillo de Pralormo, destino obligado para los amantes de las flores durante la exposición "Messer Tulipano"; el Castillo de Masino, declarado patrimonio cultura de Italia y escenario de la famosa feria exposición “Tre giorni per il giardino”; el castillo de Ivrea, construcción defensiva del siglo XIV por voluntad de Amadeo VI de Saboya; el Castillo de Rivara, sede del Centro de Arte Contemporáneo; el Castillo Malgrà de Rivarolo Canavese; el Castillo Cavour de Santena, residencia y lugar en el que se encuentra la tumba del Conde Camillo Benso; el Castillo de Miradolo en San Secondo di Pinerolo con sus extraordinarias exposiciones y muchísimos más…
Pero el área subalpina también ha sido objeto de una intensa actividad de fortificación. La Fortaleza de Exilles en Val Susa, construida en 1155 para controlar la frontera, cuenta entre sus prisioneros más famosos con el misterioso personaje conocido como la Máscara de Hierro.
En Bardonecchia se encuentra la Fortaleza Bramafam, ejemplo de construcción militar de finales del siglo XIX.
En Val Chisone se halla la Fortaleza de Fenestrelle, la mayor construcción defensiva después de la Gran Muralla China.